Aprende los conceptos básicos para crear una marca con cara y ojos con la que tus clientes se puedan identificar.
Si la primera vez que escuchaste ‘branding’ pensaste en un vaso de tubo con algunos cubitos, ¡haces bien de estar aquí!
Ya sabemos que ahora está muy de moda llamarlo a todo por su nombre en inglés, pero si no lo dominas, quizá te pierdes un poco. Por eso te lo queremos explicar y es que cuando los expertos mencionan el concepto ‘branding’ en realidad lo que quieren decir es ‘creación de marca’.
Así que si eres principiante en el mundo de los negocios online y poco entendedor de los “palabros” marketinianos, estás en el lugar adecuado, en el momento adecuado.
¡Desde aquí empieza tu conquista del mundo digital!
Tu marca es, ni más ni menos, que tu carta de presentación. Ese primer impacto en los demás a través del cual debes definirte. Es lo que te distingue de tus competidores y lo que conecta con tus clientes. Por eso, al crear una marca, debes pensar en cómo deseas que te perciban y qué deseas transmitir.
¿Quieres que sea divertida y enérgica o más bien seria y profesional? ¿Deseas transmitir confianza y calidad o juventud y dinamismo? Una vez que hayas determinado la personalidad de tu marca, habrás dado el primer paso de unos cuantos.
Ahora que sabemos cómo sería nuestra marca si fuera una persona es momento de darle vida creando un logotipo. Para ello es importante valorar estas dos variables: colores y tipografía. Ambos nos ayudarán a plasmar en una imagen aquello que sentimos.
En cuanto a los colores, hay que tener en cuenta su impacto en la percepción y las emociones. Por ejemplo, el rojo puede transmitir energía y pasión, mientras que el azul transmite confianza y tranquilidad y el verde puede estar vinculado a temas de sostenibilidad. Elige una paleta de colores que se alinee con la personalidad de tu marca y que sea agradable. Ten en cuenta no emplear el mismo color que un competidor directo ni mezclar muchos colores en un logotipo, ¡podría resultar excesivo!
También la tipografía es un elemento clave en la creación de una marca. Debes buscar una fuente que sea entendible y compatible, aplicada a distintos formatos: papel, redes sociales, merchandising…
Así es cómo poco a poco y paso a paso, irás construyendo la imagen de tu marca que es mucho más -como puedes comprobar- que un logotipo bonito. Y es que, en la mayoría de las ocasiones, una marca es la responsable de crear (o no) reconocimiento y fidelidad. Una marca sólida te ayuda a destacar entre la competencia y a establecer una conexión especial con tu audiencia. ¡Piensa en Nike, Apple o Coca-Cola! ¿Sabrías dibujar su logo? ¡Esa es la meta del branding!
¿Entendido? ¡Qué empiece la aventura!
Si en tu camino del emprendimiento quieres ser el responsable de la creación de tu propia marca, existen muchas herramientas online gratuitas para que empieces a toquetear y diseñar.
Canva, Adobe Spark y Logomakr son tres de las más populares y te permiten experimentar con diferentes diseños, colores y tipografías para crear un logotipo único y profesional.
¡Y recuerda, emprendedor!
Una vez tengas el logotipo, hay que seguir trabajando en otros aspectos. Porque la marca no es solo ese “dibujito”. El branding es también el tipo de imágenes que usas, el lenguaje que empleas, cómo te comunicas en redes sociales, cómo envías los pedidos a tus clientes o cómo te presentas en tu página web.
Mantén una línea editorial y gráfica coherente en todo momento y tendrás medio negocio ganado.
¡Va, que las grandes ideas empiezan con un pequeño paso!